jueves, 5 de noviembre de 2015

Edicion Liga Pokemon Chihuahua Halloween Dia de los Muertos Special!

¿Estas cansado de ver puras publicaciones de Halloween y el Día de los Muertos? Pues ni modo, porque ¡aqui te va más! Este mes les traemos un especial que va con estos dos días festivos y claro, un poco de lo que vemos siempre y unas cosas nuevas! Así que espero y lo disfruten como nosotros disfrutamos hacer esto para ustedes (Excepto el Jeffe Andres).

ADVERTENCIA:

Las siguientes historias pueden estar basadas en hechos reales, o tal vez solo lo digo para espantarlos. Como sea, si son bien miedosos o están en casa solos, es media noche y la luna se puso roja, deja de leer esto y revisa que este bien cerrada tu casa. También si son sensibles a cosas de terror les recomendamos que esto sea leído por un adulto. 

CONDENA SILVANA


-Hola abuelo, hace tiempo que quería venir a visitarte.
-Hola hijo, yo también quería verte.
-Siempre me gusta venir por que me gustan mucho tus historias abue
-¿Listo para escuchar la historia de hoy?
-¡Si!
-Pues siéntate y escucha.

Cuenta la leyenda que en la región de Hoenn se encuentra un profundo bosque, un bosque del cual las personas no se vuelven a ver nunca mas ¿te he contado ya sobre la leyenda de Phantump?

Según la Pokédex, Phantump es el Pokémon tocón, que es la parte de el árbol que queda unida a las raíces después de que lo talan, pero lo interesante es como se convierte esto en un Pokémon.

¿No te han dicho ya tus padres que no juegues en los bosques? pues te diré por que lo hacen.
Yo era joven aún y vivía en cuidad Petalia, no recuerdo muy bien el año, pero si recuerdo las suaves brisas del viento otoñal, mis amigos y yo siempre viajábamos en un pequeño grupo, a través del bosque para ir a la escuela de entrenadores en cuidad Férrica, recuerdo también que un amable cortador nos talo un camino seguro para cruzar el bosque, que siempre estaba repleto de bichos y alguno que otro Tailow.

Yo viajaba a la escuela todos los días cruzando el denso bosque, pero un día de camino a la escuela mis amigos y yo nos encontramos con una vieja bruja justo en medio de los arboles, creímos que estaba herida y queríamos ayudarla pero al verla ahí, tirada en el piso con su ropa rasgada y cabello revuelto, tuvimos miedo y lo volvimos a pensar, hasta que uno de mis amigos dijo:

-Que vaya Lalo, él siempre tiene miedo, tiene que ser valiente de vez en cuando.
-Pero, él es el más pequeño de nosotros -dijo Jaime- mejor que se quede ¿qué tal si le pasa algo?

Mientras que seguíamos discutiendo sobre quién debería de ir, no nos dimos cuenta de que aquella bruja fue quien se acerco a nosotros, nos sorprendimos mucho al verla junto a nosotros con sus arrugadas manos y ojos, que parecían estar totalmente blancos, nos quedamos paralizados mientras ella solo nos veía, respirando como agitada, pasaron así unos segundos, a lo que a nosotros nos pareció horas, viendo sus blanquecinos e hipnóticos ojos, hasta que de pronto soltó unas palabras que recuerdo muy bien:

"El corazón del bosque resguarda un secreto tan resplandeciente como oscuro"

No sabíamos lo que ella decía, pero tampoco nos podíamos mover como para preguntar, así que solo nos quedamos viendo como ella se alejaba de nosotros hacia el bosque, desapareciendo entre los arboles y la oscuridad, hasta que nosotros pudimos reaccionar, solo nos quedamos viendo los unos a los otros y nadie mencionó una palabra, mientras seguimos nuestro camino hacia la escuela en silencio.

Las primeras horas permanecimos un poco callados por lo que nos paso, pero poco a poco nos fuimos relajando, hasta que llego la hora de salida, nos reunimos todos de nuevo y empezamos nuestro viaje de vuelta a casa, justo al empezar el bosque fue que caminamos más lento, como con temor pero listos para correr al primer ruido extraño. Justo cuando llegamos a la mitad del tenebroso bosque, donde ya no había vuelta atrás, uno de mis amigos dijo:

-Deberíamos de ir a lo profundo del bosque, solo para asegurarnos de que no hay nada.
-Si, así ya no tendríamos miedo.
-¿Pero qué tal si nos encontramos con la bruja?
-O algo peor.
-Pero ella solo es una, no nos puede atrapar a todos.
-Mmm... bueno, pero sera mejor no separarnos.

Todos dejamos nuestras mochilas en un claro que conocíamos y que usábamos como base secreta, allí teníamos algunas cosas y  todos sabíamos como llegar, además de que acordamos que si nos separábamos nos encontraríamos de nuevo allí. Y así fue que empezamos nuestra caminata temerosos pero juntos. Nos asustamos cada que alguna parvada de Tailow volaba sobre el bosque y nosotros veíamos sus sombras creyendo que era un monstruo gigante que iba a devorarnos o cuando un Slakoth perezoso movía un poco alguna rama y hacia ruidos pero seguimos caminando, al poco rato de acostumbrarnos a todos esos ruidos del bosque empezamos a retarnos como un juego a ver quién llegaba más lejos en el bosque, solo antes de volver asustado, no llegábamos muy lejos, unos 20 pasos cuanto mucho antes de que un Poochyena gruñera o un Zigzagoon moviera un arbusto hasta que llego el turno de Lalo, el más joven de nosotros.

-Bueno Lalo ya fuimos todos nosotros ahora te toca a ti.
-Pero tengo miedo.
-Nosotros también teníamos miedo pero si no lo intentas, siempre tendrás miedo.
-¿Y si algo me pasa?
-No te va a pasar nada, ya hemos ido todos solos y nada nos paso, además ya hemos caminado hasta aquí y tampoco nos paso nada.
-Si Lalo, no pasa nada, bueno mira ¿ves ese tronco cortado de allá?
-Si, lo veo.
-Pues te reto a que llegues hasta el.

Lalo se quedo viendo al tronco, pensando que no estaba tan lejos y que sus amigos tenían razón, si no lo intentaba siempre tendría miedo, hasta que se decidió y comenzó a caminar hasta el tronco, mientras nosotros gritábamos detrás de el.

-¡Vamos Lalo!
-¡Ya casi llegas¡

Hasta que llego al tronco y lo toco, se quedo unos instantes contemplando el denso bosque, cuando de pront,o un par de Trevenant salieron de entre los arboles justo entre Lalo y nosotros y comenzaron a caminar hacia el, comenzamos a gritar:

-¡Lalo corre!
-¡Lalo!
-¡Lalo!

Pero al parecer estaba lo suficientemente lejos para no oírnos, sali corriendo hacia él para intentar ayudarlo, pero un amigo me tacleo por detrás.

-¡Estas loco, son muy fuertes para nosotros, mejor vamonos!

Cuando un tercer Trevenant salio de los arboles directo hacia nosotros, en ese momento lo único que pude hacer fue pararme lo mas rápido que pude y correr directo al claro donde se supone debíamos de encontrarnos todos, Al llegar allí y ver a mis demás amigos asustados me quise devolver gritando:

¡Lalo esta allí, lo tenemos que ayudar!
-¡Pero no podemos, solo traemos con nosotros un Marill que no es de mucha ayuda contra esos Trevenant, será mejor ir por ayuda!

Entonces todos salimos corriendo a nuestras casas, donde le contamos lo que paso a nuestros padres, les contamos sobre la bruja y los Trevenant y salimos todos de vuelta al bosque, de nuevo al claro donde se supone nos encontraríamos con Lalo si algo pasaba, entre todos nos dirigimos al viejo tronco cortado, pero ya no había nada, ni rastro alguno de que Lalo o los Trevenant hubieran estado en ese lugar, y aunque la búsqueda se extendió por muchos kilómetros y muchos días nunca lo pudimos encontrar.

-¡Wow y luego qué paso abuelo!

Lo que paso es que los padres de Lalo se mudaron hacia ciudad Portual, porque se querían alejar del bosque por que les recordaba a su hijo, y mis amigos y yo nos volvimos entrenadores Pokémon y empezamos nuestras aventuras en Hoenn, aunque siempre nos alejamos de los bosques o cuando fuera muy necesario llevamos un Houndoom con nosotros. Cuando terminé mi viaje y crecí, yo también me mude aquí, a ciudad Malvalona, me case e hice mi familia junto con tu abuela, aunque también visitaba a mi madre de vez en cuando, hasta que un día ella me pidió que llevara unas medicinas a la casa de una de sus amigas, porque su hija Anapel estaba enferma y yo llegaría más rápido en mi bicicleta, yo ya no recordaba lo que había pasado en el bosque y salí a toda prisa hacia la ciudad, cuando pase por el viejo claro donde solíamos quedar mis amigos y yo, empece a recordar los buenos momentos que vivimos juntos y lo mucho que nos divertíamos, hasta que recordé a la bruja y todo lo que paso aquel día, me quede congelado por unos momentos al recordar a mi viejo amigo y la cara de sus padres después de días sin encontrarlo, hasta que de pronto vi como una silueta se acercaba a mi, la silueta poco a poco fue tomando forma de entre las sombras y vi que se trataba de un Trevenant, sin pensarlo tome la Pokébola de mi Camerupt dispuesto a lanzarla ante la mínima provocación, el Pokémon se acercó más y yo apretaba la Pokébola, justo cuando estaba a punto de lanzarla note algo inusual en aquel Pokémon, y es que llevaba puesta la misma gorra que llevaba Lalo aquel día.

Cuando de golpe lo comprendí todo, Phantump es el Pokémon tocón, los restos de un árbol que fueron poseídos por los niños que se pierden en el bosque y mueren, entonces ese Trevenant que estaba frente a mi, era mi amigo Lalo, que murió en el bosque, tolo lo que pude hacer fue bajar la Pokébola y quedarme quieto, mirándolo mientras él hacia lo mismo, pasaron solo unos segundos, pero fueron como horas, como si le contara todas las historias que viví desde aquel día, como si aún fuéramos niños, mientras unas lagrimas salían de mis ojos y una leve sonrisa se colocaba entre mis labios, de pronto recordé la medicina de mi encargo y a la pequeña Anapel enferma, me apresuré a volver a mi bici, mientras me despedía con una mirada de mi viejo amigo, para nunca más volver a aquel bosque.

-¡Genial abuelo, me gusto tu historia!
-Apuesto a que no tienen historias como estas allá en Sinnoh ¿eh?
-Bueno pues ¿has escuchado acerca de los Drifloon?
-Pues, no.
-Ven abue ahora me toca a mi contarte una historia.

Por: Luis Martinez
Editado: Ai Wanijima






“La venganza de una Madre”

By Héctor Mata
Editado por Ai Wanijima

La noche era oscura. No había estrellas y la luna se escondía, bajo una capa de nubes grises. La torre pokemon se veía tranquila, de una forma espeluznante. El clima era frío y solo mi cigarro me mantenía tranquilo. Mi drowzee estaba sentado mirando el cielo, su cara no mostraba ningún sentimiento, era como si durmiera con los ojos abiertos. No sabía por qué pero la torre pokemon tenía un olor extraño y siempre salía un viento helado de ella. Mi compañero ya se había tardado mucho y no me gustaba esperar. 

Tiré mi cigarro al piso, fastidiado ya. Drowzee se levantó con mucha flojera y me dio una mirada pesada. Ambos entramos al gigantesco edificio. El primer piso solo tenía una señora sentada a un lado de los primeros escalones. Era una anciana que se decía hablaba con los espíritus. Mi compañero debería estar en el último piso, donde normalmente se encontraba el señor Fuji. Al momento que comencé a subir las escaleras, la viejita me miró. Su mirada era fría, con odio. Pero, eso no me molestaba, no era la primera vez que veían a un miembro del equipo Rocket así. 

El primer piso no era tan diferente al resto de la torre. Todo estaba oscuro, solo unas pocas velas lo iluminaban y mostraban el camino entre las tumbas. Entre la oscuridad se escuchaba como unas personas estaban rezando y llorando por su pokemon recién fallecido. Después de unos cuantos pisos, los llantos desaparecieron, comenzaba a sentirme realmente solo. Sólo falta subir un piso más. En la entrada de las últimas escaleras, se encontraba otra señora. Me dio la misma mirada odiosa y me dijo:

-¿Cómo puedes asesinar pokemon, así nomas.- 

Ignoré lo que me dijo y aproveche para conseguir información de ella. –Anciana, dígame ¿dónde está el cubone? Lo requiero para el casino.- 

La anciana se soltó riendo, de una forma maligna y oscura. –Si sigues andando por ahí asesinando pokemon, sus espíritus vendrán por ti.- 

Al ver que no me iba decir nada útil, subí las últimas escaleras. Al llegar al último piso por fin, descubrí por qué mi compañero no había bajado. Su cuerpo estaba tirado en el piso sobre un charco de sangre. Tenía una terrorífica expresión en su rostro, su uniforme negro ahora era tan rojo como la gran R en su playera. Parecía que su cara fue golpeada varias veces. Las pokebolas en su cinturón estaban rotas y desechas, quién sabe que le sucedió a sus pokemon.


Tomé el radio de mi cinturón y llame por refuerzos. Se supone que el señor Fuji debería estar por aquí. Comencé por el pasillo que era iluminado por la poca luz de la luna que pasaba por unas pequeñas ventanas. No me di cuenta que drowzee se había quedado en la entrada. Volteé para darle órdenes de que ayude a buscar, pero su cara me dejo inquieto. Drowzee se veía espantado y no quería moverse. Estaba a punto de sacar el látigo para hacerlo obedecer, cuando noté una figura extraña detrás de él. Antes de reaccionar, la figura golpeó furiosamente la cabeza de drowzee. Mi pokemon cayó al piso, pero la figura extraña siguió su feroz ataque. Me acerque lo suficiente para notar que, con lo que estaba golpeando a drowzee era un enorme hueso. No tuve tiempo para reaccionar, cuando la figura extraña lanzó su hueso y golpeó mi cara. Sentí un increíble dolor en mi nariz, y sangre tibia fluyó sobre mis labios, después ese algo me tomó de los tobillos y me arrastró a la oscuridad. Me dejó entre unas tumbas y comenzó a golpear mi espalda. El dolor era insoportable. Lloré y grité por piedad pero no se detenía. Pronto deje de sentir mi cuerpo, mi propia sangre comenzó a bañarme. 


El cuerpo de mi compañero y el de mi drowzee fueron lanzados a mi lado poco después. La horrible cara de mi drowzee fue lo último que vi cuando perdí la conciencia. No sé cuánto tiempo dure desmayado, pero unos ruidos me despertaron. Juré escuchar las voces de unos compañeros míos, parecían hablar con el señor Fuji. También escuché que un entrenador de nombre Red había rescatado al señor Fuji. Mientras escuchaba que salían del cuarto, intente gritar por ayuda, pero mi garganta no funcionaba. Pronto el hambre, la sed y la soledad comenzaron a traumarme mentalmente. Los cuerpos a un lado mío ya comenzaban a pudrirse, lo único que me quedaba por hacer era llorar. 

Justo cuando pensaba en morirme, sentí unos pasos cerca. Logré voltear lo suficiente para notar un pequeño cubone, viéndome con odio, con lágrimas en sus ojos, justo como su madre.




Compañero pokemon


Sus padres saldrían solo por unas horas y Elisya, ya no era tan pequeña como para asustarse fácilmente, podría estar bien sola, después de todo, su décimo cumpleaños era mañana, estaba tan emocionada, se preguntaba qué clase de pokemón escogería por compañero. Tantas veces había soñado con ese momento tan especial en su vida, tantos libros consultados e ilustraciones vistas, podía recitar de memoria cada una de las descripciones que contenían… 

Bulbasaur: “Una rara semilla fue plantada en su espalda al nacer. La planta brota y crece con este Pokémon.”

Charmander: “Prefiere los sitios calientes. Dicen que cuando llueve sale vapor de la punta de su cola.”

Squirtle: “Tras nacer, su espalda se hincha y endurece como una concha. Echa potente espuma por la boca.”

Y fue sacada de su mundo ideal por las palabras de su madre, recordándole que debía dormir temprano, ya que no deseaban volver y encontrarla desvelándose, asintió simplemente, pues no era fanática de sentarse a ver el televisor, más bien, prefería la música y una singular canción.

Así pues, sus padres se despidieron, no sin antes señalarle nuevamente dónde se encontraban los números de emergencia, pero ¿qué podía pasar?

Una vez que se ha quedado sola, comienza a pasar el tiempo, dibujando y coloreando, imaginando nuevamente a quién escogería, tal vez a Charmander… Mientras tanto, afuera, una tormenta se acercaba, no era como si aquello la fuese a intimidar, al contrario, el ruido de la lluvia siempre la arrullaba, al menos eso pensó.

En un instante, los relámpagos y truenos hicieron aparición, parecía más bien una tempestad, al poco rato, no tardo en fallar el suministro eléctrico, todo está bien, se dijo para tranquilizarse, tenía su pequeña linterna de baterías en su habitación, así que se apresuraría a tomarla.

Estaba tan absorta en sus pensamientos que no alcanzo a notar que afuera una silueta siniestra se asomaba por su ventana, aunque con una mirada perspicaz y con ayuda de la repentina luz de cada relámpago, se observaría más de una figura.

Dentro de su cuarto, Elisya meditaba si era mejor irse a dormir, pero aún no tenía sueño, tal vez el tiempo se iría volando si coloreaba algún cuadernillo, aunque la tenue luz de su lámpara no duraría tanto, entonces comenzó a tararear y después a cantar cierto estribillo

“¿Y de qué clase eres tú?
Pokémon ¿Dime qué haces tú?
tus secretos yo compartiré.
¿Y de qué clase eres tú?
¿Eres leal en realidad?
y si tu corazón es fiel,
di de qué clase eres tú.”

Un rayo, seguido de un fuerte trueno le hizo detener su canto, se estremeció al posar su mirada en aquel juguetero lleno de muñecos de peluche con forma de cada uno de los pokemon que a su consideración eran los mejores… Sin embargo, no recordaba tener uno que particularmente tuviera los ojos tan enormes, de hecho, dentro de su colección, estaba vetado… Dirigió la luz de su lámpara hacía el mueble, con total lentitud, entonces lo encontró, ahí estaba el intruso mirándola fijamente, aunque su actitud parecía renuente a salir de su escondite. A juzgar por su aspecto era un Gastly, que aparentaba estar más asustado que la propia Elisya.

Gastly: “Casi invisible, este gaseoso Pokémon cubre al enemigo y lo adormece sin previo aviso.”

Era lo que recordaba, pero el que se encontraba frente a ella, no le parecía tan terrible como se había imaginado, seguramente un ventarrón lo hizo llegar ahí, accidentalmente. Un tanto conmovida se acercó al pokemon, el cual rápidamente buscó otro lugar en el cual esconderse. Así estuvieron un largo rato, hasta que Elisya se percató que se estaban divirtiendo.

Para ganarse la confianza del Gastly y poderlo observar más detenidamente, continuó con aquel estribillo que tenía en la mente y que no tuvo la oportunidad de concluir.

“Toma el tipo NORMAL a Jigglypuff,
contra el FANTASMA Gengar muy duro será.
Un ataque de electricidad,
hasta que te entierre Marowak.
¿Y de qué clase eres tú?
Pokémon ¿Dime que haces tú?”

No pudo comenzar la siguiente frase cuando el Gastly se le fue encima, qué era todo eso, realmente se le abalanzó para adormecerla, qué pasaría con ella después, estaba petrificada, hasta que finalmente pudo advertir que el pokemon estaba aterrorizado, lo cual no tenía sentido, o sí?

Lo que Elisya ignoraba, era que, cada vez que ella continuaba con su alegre y singular canto, algo enorme, maligno se acercaba, era como si aquello lo atrajese, la inocente voz de una pequeña que solo trataba de reconfortar a un amigo.

Afuera, diversos pokemon se habían reunido alrededor de su casa, Trevenant, Gourgeist, Dusclops, Banette, Drifloon y más, permanecían expectantes, a que Elysia terminara de cantar, para hacer una reunión deliciosamente espantosa, claro, si ese maligno sujeto no aparecía antes. Aunque ya era tarde, demasiado tarde, su energía, imponente, les había acobardado, ninguno le impidió el paso o bien, hizo movimiento alguno, era temible.

Y Elisya, solitaria, con un Gastly que, en el preciso momento que sintió aquello entrar en la casa, huyó, no tenía sentido quedarse en el lugar, pues era imposible ayudar a la niña, no había donde esconderse y todo era causa de esa melodía, tétrica, que aún no saben por qué razón les permiten a los niños entonarla. No se trataba más que de un encantamiento, hecho por una persona malvada o mal influenciada por una presencia endemoniada, para hacer de seres inocentes un festín.

Un tanto decepcionada, por la súbita huida del pokemon, la pequeña pensó que era tiempo de ir a dormir, se recostó, imaginando que al otro día, sería una entrenadora, con un Charmander y seguramente atraparía un Gastly, ya que su idea de éste había cambiado completamente. Para conciliar el sueño, volvió a la canción

“¿Y de qué clase eres tú?
Pokémon ¿Dime qué haces tú?
tus secretos yo compartiré.
¿Y de qué clase eres tú?
¿Eres leal en realidad?
y si tu corazón es fiel,
di de qué clase eres tú.”

Siendo vencida por el cansancio, poco a poco, empezó a cerrar los ojos, distinguió una silueta en su puerta, la mirada no era la del Gastly que había estado con ella entonces acabó de cantar:

“oh si, fantasma, GENGAR,
así ¿Cuál eres tú?”

Al otro día, los padres de Elisya llegaron muy temprano, se habían quedado atrapados en la tormenta y no les había sido posible volver por la noche, le llamaron, pero no hubo respuesta, la buscaron por toda la casa pero no la encontraron. Hasta que el grito desgarrador de la madre rompió el silencio, ahí estaba la niña, en el espejo, tomando la “mano” del Gengar que tenía una risa burlona que le caracteriza.

Mira mamá, al fin pude escoger a mi compañero pokemon, Gengar, decía Elysia mientras iba desvaneciéndose lentamente en ese reflejo.

¿Y de qué clase eres tú?

Ai Wanijima.

Nota: la canción corresponde a un ending de pokemon, por tanto no me pertenece y solo la utilice para narrar la historia y sin fines lucrativos. Las descripciones de los pokemon fueron tomadas del dex del pokemon red/blue






¡Hey! no soy Pikachu.



No es ni siquiera el mejor juego de la franquicia, quién diría que cambiaría mi vida de tal forma que hasta hoy lo sigo recordando.
Quizá lo más interesante que recuerdo de ese juego era que el cartucho era de otro color y además tenía un micrófono. *Hey you, Pikachu!” es el título del que me refiero y hasta hace poco me di cuenta de que mi juego en realidad era diferente a otros, pues ese amarillo característico tenía alguna razón, aunque realmente nunca supe porque.

En aquel entonces no era tan común entrar a internet y buscar guías o trucos, simplemente te dedicabas a jugar. Así lo hice yo y por lo que había escuchado, principalmente de amigos o gente lo que había jugado, es que era algo tedioso, principalmente si no hablabas  bien el inglés o tenías una voz poco entendible. Ambos problemas míos de aquel tiempo, pero que igual no me importaron, pues tenía mucho deseo de probar este título, que me parecía bastante innovador e interesante.

No fue cualquier experiencia, según sé ahora lo que tenía que pasar es que debías convencer a un pequeño Pikachu de ir a tu casa para que lo pudieras cuidar, y después de un año lo liberabas en el bosque donde lo habías encontrado, claro que entonces iba a ser toda una experiencia, como cuidar de forma real a un pokemon.

También tenía yo muy claro que los pokemons no hablan, salvo el Meowth de la serie y algunos otros que se comunicaban vía telepática en las películas, pero fuera de ello no tendría que estar programado de otra forma. Por eso quizá fue mucha mayor la sorpresa para mí al escuchar respuestas de aquel juego.

Contrario a sacarme de onda o asustarme, me parecía genial que aquel Pikachu en la pantalla parecía entender lo que decía y las primeras veces soltaba palabras como “hola”, “qué hay”, o “sí”, sin poner mucha atención, como supuse que sería el juego al principio, pero extrañándome un tanto que hablara español y lo hiciera de esa forma.

Mi emoción fue grande, de hecho le llamé a mi madre para mostrarle el juego pero no obtuve otra cosa más que un “qué bonito hijo”, en particular porque el pokemon en la televisión dejó de hablar o siquiera voltearme a ver. Lo mismo pasaba cuando intentaba mostrarle a mis amigos o a alguien más, y de hecho estos últimos se burlaban de mí al pensar que estaba loco y que estaba jugando con algo más que aburrido. Pero para mí no era así.

Conforme iban pasando los días y solo cuando jugaba yo solo en casa, en especial en la noche, Pikachu se volvía más abierto, respondía a mis preguntas con breves oraciones claras, como estoy bien, no tengo hambre o estoy cansado, hasta que después él comenzó a hacerme preguntas a mí.
Mi curiosidad iba en aumento, aunque a la vez me asustaba un poco estar interactuando con un juego de esa forma, no sabía si era normal o no, pero me entretenía mucho porque era como un amigo nuevo.

Primero fue mi nombre, después mi edad, el lugar donde vivía, así como lo que hacía y qué cosas me gustaba comer; casi parecía que quien estaba jugando conmigo y conociéndome era él y no yo, pero insisto en que no sabía que se trataba de algo anormal.
Yo preguntaba también pero él no era muy abierto, solo contestaba que su nombre era Pikachu, que sabía lanzar rayos y que le gustaban las bayas. Pero al cabo de varias semanas todo empezó a ser más raro.

Una ocasión lo encontré bastante serio hasta que me dijo que no sentía ganas de hablar, pero que si volvía por la noche, de preferencia cuando a nadie estuviera despierto, me contaría todo lo que yo quisiera saber. Dado que no me había contado muchas cosas, yo me emocioné y esperé hasta que no hubiera un solo ruido. Afortunadamente la consola estaba en mi cuarto y solo tenía que usarlo con el volumen bajo para no despertar a nadie.

Cubrí las ventanas para que la luz no saliera, así como por debajo de la puerta para que no me fueran descubrir y entonces comencé a jugar. Al iniciar ya me esperaba Pikachu frente a la pantalla y lo primero que dijo fue “qué bueno que viniste, tenemos mucho de qué hablar”, así que con una enorme sonrisa tomé el micrófono y le pregunté que si por qué debíamos hablar tan tarde.

Él contestó que en realidad no  le gustaba convivir mucho, que tenía tiempo ya ahí encerrado y apenas se acostumbraba a ver gente de nuevo, pero que por lo general quien había jugado con él no lo tomaba en serio y al poco tiempo volvía a alguna caja, terminando en una venta de garaje o regalado a algún niño más pequeño que no entendía de qué trataba el juego.

Algo me dejó ver que no era simplemente lo que estaba viendo, así que pregunté de nuevo:

-¿Cómo te llamas?
-Sabes que Pikachu no es mi nombre real, ¿cierto?

El micrófono para estas alturas parecía no ser necesario, incluso creo que podía verme a través de la pantalla y ya era una especie de plática frente a frente. Él me miraba y yo lo miraba, tenía miedo pero a la vez mucha curiosidad así que pregunte de nuevo:

-¿Quién eres?
-Soy Brandon, llevó aquí cerca de 3 años y tenía mucho sin hablar con alguien, espero que entiendas que no quiera que nadie más nos vea. 
-Sí, supongo, ¿entonces no eres Pikachu?
-Es solo el cuerpo donde ahora estoy, pero en realidad soy alguien más que llegó por error.


En ese momento me asusté un poco, pero quise seguir hablando con él para saber la razón de que mi juego fuera diferente. Pregunté que si cómo había llegado pero entonces se enmudeció de nuevo y me dio la espalda. Tras varios minutos así opté por decir adiós y apagar la consola. Tal vez necesitaba tiempo para pensar, así que esperé al siguiente día.

Igual esperé hasta la noche, me aseguré que nadie estuviera despierto y prendí mi videojuego. Ahí estaba él, parado justo en frente y con un semblante más serio.

-¿Por qué te fuiste ayer? No habíamos terminado de hablar.
-Dejaste de responder, pensé que no querías seguir platicando.
-Quiero pedirte un favor.

Cuando dijo eso me quedé congelado. Me asustó que fuera tan directo y llegara así nada más, pero no estaba seguro de qué sería. Solamente estaba al tanto de que ahora podíamos platicar y que no era un juego normal, sino alguien más que jugaba conmigo a la distancia, o eso creía.

-¿Qué necesitas?
-Quiero que me ayudes a salir, ¿podrías hacer eso?

Lo primero que pasó por mi cabeza es que vería a Pikachu frente a mí, lo cual sería más que divertido y asombroso. Eso pensé, me emocionó la idea y no tardé mucho en decir que sí y preguntar que si qué tenía qué hacer.

Lo siguiente me dejó un poco asustado, me pidió que esperáramos a media noche, que fuera por una bandeja grande con agua, donde pudiera meter los pies, y una hoja de papel completamente en blanco. Así lo hice, volví un rato más tarde no sin antes revisar que no hubiera nadie al pendiente y luego procedí.

Prendí el Nintendo, coloqué la bandeja frente al televisor como me indicó y me paré en ella descalzo. La hoja la tenía entre mis manos y escuché que me pidió que la pusiera en la pantalla, cubriendo la vista casi por completo. La estática del televisor me ayudó a sostener y entonces puse mi mano enfrente.

Hubo silencio por unos minutos, luego escuché que balbuceaba algunas cosas en voz baja y entonces me dijo que cerrara los ojos. No estoy muy seguro entonces, siguió hablando y luego vi una gran luz blanca y sentí que me desvanecía.

Mi horror fue al despertar; abrí los ojos y miraba ese bosque donde Pikachu solía estar internado. Me puse en pie y me vi detrás de la pantalla, solo que ese no era yo. Brandon había tomado mi vida ahora y yo tomaba su lugar. Me dijo que me agradecía mucho por eso y que esperaba que no me tomara tanto tiempo a mí salir, pero que entendiera que era un infierno vivir encerrado.

-En el piso verás las inscripciones, cuando aprendas a leerlas sabrás lo que tienes que decir para salir.
-¡Espera!...

Luego de eso apagó la consola y yo entré en un estado de sueño profundo que no sé exactamente cuánto tiempo duró, pero cuando volví a ver la luz también estaba molesto, frustrado y no sabía qué hacer, solo que de nuevo había un niño frente a mí y me gritaba “hey”, para que me acercara.
No me siento orgulloso de lo que hice, me llevó un rato aprender a leer los símbolos y ser “divertido” como para ganarme la confianza del nuevo videojugador.

Esta no es mi vida, lo sé, pero no podía soportar estar más tiempo encerrado. No sé cuánto tiempo pasó desde entonces ni cuánto pase para que quien se quedó ahí salga, o si ya será un prisionero eterno, solo sé que ese videojuego y la consola terminaron dentro de una caja que fue como regalo a la beneficencia. Le deseo lo mejor.




Por Samuel Ochoa 

El Lado Artistico

Antes de comenzar, una pequeña introducción a esta sección. Aquí se compartirán los trabajos de arte de nuestros compañeros y sus gustos en música. Por lo cual pedimos que si tienen algún dibujo, una canción o lo que sea que gusten compartir dejenos saber y será publicado en la siguiente edición.

Dibujos:

Alex Talamantes
Tengo 19 años, me gusta pokemon y la primera generación es la que me gusta más, escucho heavy metal, como bolas de arroz, mi pasatiempo favorito es dibujar, y mis pokemon favoritos sin duda alguna son charizard y mewtwo.

Título: Una Mega Batalla!

Los siguientes dibujos estan hechos por mi novia y su mejor amiga (en esa misma orden).

Megami Musashi
Título: Mata!

JasenSama
https://www.facebook.com/JasenSamaArt/?fref=ts
Título: Mata (Otra vez xD)

Música:


Héctor Mata
Soy un fanático de la música Rock y sus variantes. Prefiero mucho más el Rock en Inglés a otros y por eso una de mis bandas favoritas es GreenDay. Asi que comparto con ustedes mi canción favorita titulada American Idiot.



Un Altar para los que Perdimos


Programador, Ex director de HAL laboratory y Ex director de Nintendo, nacido el 6 de diciembre de 1959 en Sappro Japón y graduado del Instituto Tecnológico de Tokio en la carrera de informática, Satoru Iwata, uno de los grandes de la industria de los videojuegos fallece y es, en estas fechas que le hacemos su merecido reconocimiento.


Sucesor del fallecido Hiroshi Yamauchi, quien lo eligió para desempeñar ese papel debido a que entendía a la perfección la filosofía de Nintendo, a sus espaldas hay grandes juegos como: Balloon Fight, Earthbound/Mother, Super Mario Sunshine, Metroid Prime, Animal Crossing, The Legend of Zelda:The Wind Waker y sus obras más grandes, junto a Misahiro Sakurai, Kirby's Dreamland y toda la saga de Super Smash Bros. Además que como presidente de Nintendo se convirtió en la cara de los Nintendo direct, fue muy querido por jugadores de todo el mundo y yo aún recuerdo su pelea contra Reggie en el E3 del año pasado, Satoru Iwata fue un gran hombre, un gran programador, un gran director y un gran gamer, como dice la frase: honor a quien honor merece.

Desde pequeño mostró interés por los videojuegos y cuando estudiaba informática se unió a un grupo de aficionados en el tema que más tarde de convertiría en HAL laboratory. Participó en juegos de Nintendo y junto a Sakurai crearon Kirby's Dreamland que fue un gran éxito, por lo que en Nintendo se sorprendieron y les encargaron realizar una versión para la NES, el Kirby's Adventure.

Aunque en 1992 cuando todo le iba bien a HAL, decidieron construir un nuevo edificio para sus instalaciones, situación que no les favoreció en nada y terminaron con una deuda de cinco mil millones de yenes, tuvieron que pedir ayuda y fue Nintendo quien les echo una mano, con la condición de que hicieran juegos exclusivos para la compañía, creando una relación muy cercana, la cual se mantiene hasta la fecha.

HAL fue reconstruida e Iwata fue nombrado presidente, desde ahí sacó a la empresa adelante, mientras era observado de cerca por Yamauchi. Y en el año 2000 abandona la presidencia de HAL para tomar un puesto de alto rango en Nintendo. Un día de Mayo del 2002 Yamauchi lo llama a su despacho para hablar de su vida como director de Nintendo pero esto se repitió varias veces, Iwata comenzó a sospechar que lo querían despedir, sin embargo Yamauchi lo eligió para ser su sucesor.

Algunas de sus frases

"Como cualquier programador de juegos sabe, los 3 tipos básicos de alimento son Fritos, Cheetos y Doritos"

"No desarrollaremos juegos para móviles, si hiciéramos eso Nintendo dejaría de ser Nintendo"

"En mi tarjeta de visita, soy un presidente de empresa. En mi mente soy un programador de juegos. Pero en mi corazón soy un jugador"

Y para terminar una calaverita.

Estaba Iwata en su despacho
tomando una soda y unos nachos
la huesuda lo visito, le dijo, tú vas conmigo
y él le dijo, espera deja guardo a mis Amibos

vio su vida pasar frente a sus ojos
y después de mucho pensar
a la parca vio y le dijo
espera que a una partida te quiero retar

pronto la flaca saco el smash
y después de una partida a Iwata logro derrotar
ella le dijo, ahora si tu alma es mía
y me acompañas sin rechistar.

Por: Luis Martinez
Editado: Ai Wanijima